martes, 12 de junio de 2012

El indice barrial de precios del ISEPCi y Barrios de Pie es una Noticia en los medios de prensa de política más importantes de nuestro país. Esta vez esta en La tecla, reproducimos la nota de su pagina oficial.



Tomada de pagina oficial
El Indec de los barrios
La desconfianza en los datos oficiales provocó la creación del Índice Barrial de Precios. Vecinos de 20 distritos del Conurbano hacen sus mediciones. En 10 meses registraron una inflación del 25%, con una pobreza del 24%
 
Publicada 26/05 | Imprimir | Enviar | + - Tamaño
La caída en la credibilidad de las estadísticas del INDEC, las trabas a las encuestadoras privadas para que no revelen sus datos y la sensación de una ola inflacionaria sin freno provocaron el surgimiento del Indice Barrial de Precios (IBP), un proyecto por el cual vecinos de los sectores más humildes del Conurbano miden la variación de costos de la canasta básica, que ha arrojado números alarmantes con olor a realidad.


La iniciativa es impulsada por casi un centenar de voluntarios -sólo en el Conurbano bonaerense, aunque la experiencia se está desarrollando en otros puntos del país- de la organización social Barrios de Pie, que se dedican todos los meses a relevar precios a lo largo y ancho del Gran Buenos Aires, caminando con formularios por los distintos almacenes, supermercados, carnicerías y verdulerías.

La idea del índice es hacer foco en la evolución de precios de los cincuenta productos que el INDEC estableció como parte de la Canasta Básica Alimentaria (CBA). Es decir, el estudio apunta a medir los mismos artículos que el cuestionado organismo intervenido por Guillermo Moreno, y fijar en cuánto se adecuan las cifras oficiales a las que se viven en los sectores más carenciados de la Provincia.

Los datos que provee el IBP, que tiene poco menos de un año de vida, atentan contra el discurso kirchnerista: en Argentina, para no ser pobre, una familia tipo -dos mayores y dos menores- debe tener un ingreso de $ 3.288,90, y para no ser indigente, de $ 1.488,19. Con estos números, la pobreza argentina asciende al 24,25% de la población, y la indigencia, al 4,66%.

Es que sólo en abril la variación de precios fue del 4,57%, mucho más del 0,8% vaticinado por el organismo estatal.

“En el Conurbano hay alrededor de dos millones y medio de pobres y entre 600 y 700 mil indigentes. Esto dista largamente de lo que dice el INDEC”, son las estimaciones que maneja Isaac Rudnik, integrante del Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (ISEPCi) y uno de los responsables generales del proyecto de IPB.

“Los datos que da el INDEC para medir la pobreza e indigencia se desmienten solos: para que una familia tipo no sea indigente están dando como monto que no llega a 700 pesos, y entre 1.500 y 1.600 para que esté por encima de la línea de pobreza. Ninguna familia que tiene ingresos de 1.800 pesos puede comer, pagarse vestimenta, transporte, salud y algo de recreación”, señala.

El comienzo

Una beca de la Universidad Nacional de Córdoba fue la mecha suficiente para dar inicio a un proyecto que promete, al menos, poner en jaque al INDEC. Todo comenzó a raíz de que un grupo de economistas de esa provincia ganó un subsidio de la casa de altos estudios para desarrollar el proyecto de construir el IBP. La experiencia, que tuvo una gran repercusión en esas tierras, viajó a Buenos Aires para instalarse en la zona más densamente poblada y una de las socialmente más castigadas del país: el Conurbano.

Allí, el Indice Barrial de Precios comenzó a realizarse en junio de 2011, fruto de un convenio entre el Centro de Investigaciones Participativas en Políticas Económicas y Sociales (CIPPES), el ISEPCi y Barrios de Pie.

El primer trabajo que coordinó el ISEPCi con Barrios de Pie fue el de capacitar a militantes de la organización. “Tuvieron que entender qué plantea el INDEC, qué es indigencia, qué es la pobreza, cómo varía ese índice y qué significa medirlo”, cuenta Laura Lonatti, coordinadora del proceso de relevamiento de datos. Casi un centenar de mujeres, que son las que habitualmente se encargan de estas tareas -ya sea en sus propios hogares como en comedores que tiene la organización-, son las que fueron instruidas.

Mariano Marini, responsable del área de La Plata e integrante de Barrios de Pie, aclara que, además de la formación inicial, “una vez por mes las compañeras se capacitan en Capital Federal; se balancea el índice y vemos si se saca o agrega algún stablecimiento”.

Rudnik explica que “hay que ir haciendo algunos ajustes, agregando negocios, porque se cayeron otros, que cerraron o cambiaron de rubro. El relevamiento se hace en un lapso de tres días, simultáneamente, en los aproximadamente 330 negocios en los veinte distritos del Conurbano”. Del trabajo se encargan los vecinos, sobre la base de los comercios en los que habitualmente compran sus alimentos diarios; “ése es el criterio del índice barrial”, agrega Rudnik.

El siguiente paso consiste en un censo de negocios que abarca a veinte distritos del Conurbano -126 barrios- y 87 encuestadores. La cantidad de negocios censados, inicialmente, fue de 2.206, aunque -según Lonatti- hoy son “más de 3.000”. A partir de esta población se seleccionan aleatoriamente 300 comercios por mes.

Datos

Los resultados del trabajo marcan un significativo y acelerado proceso de variación de precios en forma ascendente. En la segunda parte de 2011, cuando comenzó el relevamiento, en octubre, existió una pequeña baja, y en el resto, la variación de precios fue moderada -salvo en septiembre-, aunque siempre por sobre los datos del INDEC.

Sin embargo, en 2012 la mano cambió. Lo pronosticó CFK cuando, en diciembre del año pasado, en el día de su reasunción, habló de sintonía fina. Allí dejó entrever tiempos de cambio y ajustes económicos.

“En los primeros cuatro meses del año notamos que se está estabilizando una variación de precios que oscila entre el 3 y el 5 por ciento”, indica Rudnik. “La estimación acumulada anual, de seguir este promedio, estaría en 37 por ciento”, agrega el integrante del ISEPCi.

En el número anterior, La Tecla mostró las dos Argentinas, con la contraposición de la mirada de un economista K y la de un disidente. Ahora, una vez más, se expone la otra campana sobre la realidad económica; esta vez a través del trabajo de los propios vecinos de los lugares más vulnerables. Las diferencias con las estadísticas oficiales son, quizá, el mejor reflejo de un país con dos discursos y muchas realidades.

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